El diagnóstico de la diabetes depende del tipo y del estadio en el que se encuentre la enfermedad, ya que en aquellos casos en los que los síntomas sean más notorios, persistentes y las cifras de glucemia suficientemente elevadas, el diagnóstico es obvio. Pero, en muchos otros casos, el diagnóstico se realiza en sujetos asintomáticos y a través de una exploración analítica de rutina.
Por lo tanto, es recomendable la realización de análisis de detección de esta enfermedad sobre todo en personas con un IMC mayor de 25, con una edad mayor de 45 años, a mujeres que hayan tenido diabetes gestacional y a cualquier persona diagnosticada con prediabetes.
Dentro de las pruebas diagnósticas para confirmar la DM1 o DM2 destaca la prueba de la hemoglobina glucosilada (A1C) que consiste en un análisis de sangre que no requiere ayuno e indica el nivel medio de glucosa sanguínea unido a hemoglobina en los últimos dos o tres meses. No obstante, cuando los resultados de esta prueba no son consistentes, el médico puede pedir la realización de cualquiera de los siguientes exámenes:
- Examen aleatorio de glucosa sanguínea: consiste en tomar una muestra de sangre independientemente de la hora de la última ingesta.
- Examen de glucemia en ayunas: se tomará una muestra de sangre después de una noche de ayuno.
- Examen de tolerancia oral a la glucosa: consiste en la toma de una muestra de sangre después de hacer ayuno la noche anterior. A continuación se debe beber un líquido azucarado y se mide el nivel de glucosa sanguínea durante las siguientes horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario