Consisten en la salida de sangre de los vasos sanguíneos como consecuencia de la rotura de los mismos.
¿Cómo controlar una hemorragia externa?
- Retirar todas las prendas o restos de la herida. Utilizar guantes si es posible
- Se presiona con una gasa, paño o compresa sanitaria el foco de la hemorragia durante 10 minutos. No ejercer presión directa sobre una lesión ocular o un objeto incrustado. Si es posible, levantar la extremidad lesionada por encima del nivel del corazón.
- Tranquilizar a la persona lesionada
- No quitar una gasa o venda impregnada de sangre, se añade otra venda por encima
- De esta manera, el organismo pone en marcha el sistema de coagulación. Si la hemorragia es abundante seguiremos aplicando presión hasta que llegue la ayuda solicitada al 112.
- Puede realizarse un vendaje compresivo desde la zona más alejada.
- Es eficaz para controlar el sangrado mortal de una de las extremidades. El uso del torniquete conlleva a una serie de riesgos porque al evitar completamente el paso de sangre también se dañan zonas sanas. Pueden producirse lesiones en tejidos, gangrena o el shock del torniquete. Se aconseja su uso en los casos de amputación de extremidades, aplastamientos prolongados o fracaso de las medidas anteriores.
Técnica de colocación de un torniquete:
- Debe aplicarse en la base de la extremidad afectada (tan distante como sea posible)
- Usar una banda ancha (7-10cm)
- Evitar colocar el torniquete encima de articulaciones y siempre unos 5-10cm por encima de la zona y sobre la ropa de víctima
- Aplicar la presión de manera controlada, comenzando con poca presión e ir aumentando de manera progresiva hasta conseguir que desaparezca la hemorragia (no realizar más compresión de la necesaria)
- Anotar la hora exacta de la aplicación
- Aflojar sin retirarlo cada 20 minutos aproximadamente
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