¿Qué es, cómo afecta y qué daños provoca en el organismo?
La cocaína se trata de un estimulante extremadamente adictivo que afecta directamente al cerebro. Esta droga se extrae originalmente de la hoja del arbusto de la coca. Existen diferentes formas de consumir la cocaína como la inhalación e inyección con aguja. Esta droga produce hiperactividad de dos neurotransmisores: noradrenalina y dopamina, y disminución de la concentración de serotonina. El efecto que produce la cocaína se debe al acúmulo de dopamina en el núcleo accumbens cerebral. Sus efectos son la euforia, sensación de lucidez mental, aumento de la temperatura corporal, agresividad, dilatación pupilar, carencia de fatiga, excitación...
Los efectos a largo plazo del consumo de cocaína varían en función de su forma de consumo. En caso de que se inhale es frecuente la pérdida de olfato, hemorragias nasales, problemas al tragar, ronquera e irritación general del tabique nasal. Si se ingiere, esta puede provocar gangrena grave en los intestinos ya que reduce el flujo sanguíneo. En caso de que se consuma a través de inyecciones, suelen quedar marcas de agujas y pueden experimentar reacciones alérgicas frente ea la droga o a aditivos que se agregan a la cocaína, poniendo en riesgo la vida del consumidor. Es muy frecuente que las personas que llevan a cabo un uso crónico de esta droga pierdan el apetito, provocando malnutrición y pérdida significativa de peso
El consumo de cocaína también puede generar enfermedades psiquiátricas como la psicosis, enfermedad en la que se pierde el contacto con la realidad y frecuentan las alucinaciones o ideas delirantes.
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